Como escoger el Velo Ideal para tu boda de ensueño
Se acerca el maravilloso día que tanto vienes planeando es probable que tengas todo preparado, como sabes las flamantes novias lucen un montón de complementos y adornos que ayudan a resaltar la belleza natural de la mujer. Entre esta serie de cosas se encuentra el velo que además de ser un elemento decorativo tiene diferentes significados dependiendo de la cultura de cada región.
Aquí van algunas ideas para que pienses si debes o no usar velo y que tipo de este enigmático atavío es el correcto para ti.
En la antigüedad y en muchas culturas los matrimonios eran un acuerdo o contrato celebrado entre los progenitores sin que intervenga la voluntad de los futuros novios, tristemente muchos de estos arreglos eran para casar a niños y niñas, en algunas ocasiones la boda era inmediata, en otras esperaban a que tengan la mayoría de edad y como todavía sucede en lugares orientales las niñas se casaban con hombres adultos.
Es así que el velo se utilizaba para cubrir el rostro de la mujer simbolizando que su novio jamás la había visto previamente y que ni él ni ningún otro varón la han tocado con anterioridad. Desde hace 4.000 años las mujeres de Oriente Medio llevan velo para indicar que son solteras y humildes y las casadas como código de sumisión a sus esposos.
"El éxito de tu look dependerá de que sepas combinar muy bien los materiales y estilos"
Con el tiempo, en los países musulmanes estos cánones hechos por hombres se hicieron cada vez más estrictos, y sólo se permite que los ojos de las mujeres queden al descubierto, quienes no obedezcan pueden sufrir severos castigos.
Se dice que en algunos de los países de Europa sólo llevaban velo las mujeres que habían sido secuestradas por sus maridos. En muchas culturas hasta el día de hoy los hombres raptan a las mujeres y dan por hecho el matrimonio.
En el siglo IV, entre los griegos y los romanos, las novias usaban velos largos y transparentes de un amarillo intenso que cubría su rostro.
Finalmente, años después en Inglaterra y Francia el velo se volvió blanco, como muestra de la pureza e inocencia de la novia al momento de llegar al altar. Desde ese punto en la historia es que el velo es un adorno y una declaración de virginidad.
Vemos que su significado de ornamento ha tomado mayor lugar en el mundo, los velos ya no son simples trapos colgando de la cabeza, ahora vienen en diferentes y hermosas telas, colores y con pequeños detalles para adornar a la mujer. Pero ¿cuál es el tipo ideal de velo que debo usar?
Primero, antes de comprarlo es muy importante analizar cómo es tu vestido, ¿es clásico? ¿Moderno? ¿Con muchos detalles? ¿De tela lisa o de encajes? ¿Y cómo será tu peinado, moño, suelto, semi recogido? El éxito de tu look dependerá de que sepas combinar muy bien los materiales y estilos, si crees que es muy difícil consúltalo con un estilista profesional.
Recuerda que lo único que verdaderamente debe brillar eres tú, todo lo demás que vayas a usar queda en segundo plano y deben servir para realzar tu belleza.
El velo debe ser del mismo color que el vestido.
Con el vestido puesto define como será tu peinado y pruébate varios tipos de velos para ver las diferentes posibilidades y que puedas apreciar cómo se verá desde todos los ángulos.
Si llevas un moño alto, el velo debe de ser mediano o largo.
Si llevas el cabello con un recogido bajo o el pelo suelto, mejor serán los velos más cortos.
Si tu cabello es largo y el peinado es muy elaborado, lo ideal es un velo largo.
Si tu cabello es corto será mejor que salga de la parte delantera de tu rostro.
Si la forma de tu cara es ovalada, quedan bien todos los velos de novia.
Si la forma de tu cara es redonda, es mejor un velo que caiga a los lados de tu cara.
Si la forma de tu cara es cuadrada, los velos cortos se verán mucho mejor.
Si eres alta puedes usar cualquier tipo de velo.
Si eres de baja estatura, no es aconsejable que uses velos cortos o muy ampulosos.
Decide que es lo que prefieres destacar. Por ejemplo, ¿prefieres tener el borde del vestido más adornado, el busto, el peinado? O ¿un escote en la espalda? Los velos que terminan en punta quedan mejor.
Los velos muy cortos no pasan del mentón ideal para los vestidos de estilo sofisticado o ecléctico.
Los velos que caen hasta los hombros, lucen bien con los vestidos con detalles en el busto, las caderas o en la espalda baja.
Los velos que van hasta los codos, lucen bien con un vestido romántico.
Los velos que llegan a la cadera, lucen bien con la mayoría de estilos de vestidos que no tienen cola.
Los velos que miden aproximadamente 91 cm, van bien con la mayoría de los estilos de vestidos.
Los velos que llegan hasta el suelo, combinan bien con vestidos largos que no tienen cola.
Los velos capilla caen al suelo, generalmente miden 229 cm y quedan muy bien con vestidos que tienen cola.
El velo catedral es el más largo y por ende más formal, mide alrededor de 305 cm de largo y algunos se extienden hasta 274 cm por el suelo.
Piensa bien en el ancho. Los velos habitualmente vienen en tres anchos diferentes que crean distintos grados de amplitud en los costados y en la parte superior.
Decide cuántas capas quieres. Puedes elegir entre un velo de una capa (ideal para vestidos sofisticados), dos capas (vestidos románticos) y tres capas. La elección depende principalmente del estilo del vestido.
Puedes escoger si quieres que el velo cubra tu cara o no.
El velo sirve para corregir las proporciones de tu cuerpo. Por ejemplo: si tienes un busto o barriguita amplia, un velo largo, te ayudara a lucir más esbelta ya que alargará la parte superior de tu cuerpo.
Es aconsejable a mujeres de tallas grandes un velo de una capa y angosto para no añadir más volumen al cuerpo.
El velo se puede sujetar con una peineta, con una tiara, una corona o una vincha. No olvides llevar el velo a la prueba de peinado.
Si la boda es al aire libre, debes considerar la arena, tierra, el viento o la suciedad.
¡Listo! Ahí tienes 27 consejos grandiosos para escoger el velo perfecto para ti en ese día tan especial. Descubre tu belleza y deja que irradie amor.
Mi nombre es Maria José Prudencio y soy Ecuatoriana. Licenciada en Educación, Artes Plásticas, especializada en educación de adultos, aun así trabajo a menudo con niños en educación básica.
Estudié inglés en diferentes momentos y soy una apasionada de la escritura, la gramática y la ortografía, sobretodo en español.
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